jueves, 24 de marzo de 2011

VIAJE A BÉLGICA

Hace tres años, en el mes de diciembre, fui con mis hijos a Bélgica. Pasamos las vacaciones de Navidad en Bruselas, era la primera vez que nos subíamos a un avión. La experiencia no me gustó mucho, pero a mi hija pequeña le encantó. No dejaba de decir, "mamá mira qué pequeño se ve todo", yo le decía que lo estaba viendo, sin apenas mirar, ni girar la cabeza. A la llegada al aeropuerto, nada más salir, vimos a mi hermana y a mis dos sobrinos que tenían una gran sonrisa. Los días que pasamos allí fueron estupendos y lo mejor pasó al otro día de llegar, que empezó a nevar. Los niños estaban locos de alegría, no querían esperar para tocar con sus manos los copos de nieve que caían. La ciudad me fascinó, los monumentos, las catedrales, el palacio y sobre todo el chocolate.                                                       

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